Rolando Kattán es un poeta que vive en el aire. Pocas veces sus amigos tienen el privilegio de verlo caminar en tierra firme. Viajero empedernido, su trabajo le permite visitar varios países en un año cualquiera. Sus visitas son estrictamente rutinarias: Trabajo y después librerías. Librerías, viejas y nuevas, de segunda y de tercera mano. Tiene la picazón del libro viejo y lo persigue hasta acorralarlo y meterlo en su bolso rojizo. Tiene la manía también de traerse las bolsas con que las librerías expenden sus libros y con ellas ha creado una colección fuera de serie que ya ocupa varios pisos de su casa y que muestra con orgullo a los incautos curiosos que se atreven a visitar sus dominios. Hoy presentamos algunos ejemplares de esa rara manía.
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