martes, 30 de julio de 2013

EL ATREVIDO GARZON






" El Atrevido Garzón", fue el seudónimo escogido por Manuel Ramírez, para firmar sus escritos y presentarse ante sus amigos o al flirtear con las damas de la aristocracía tegucigalpense.
Nació el 17 de septiembre de 1894, en el seno del hogar formado por los esposos Salvador Ramírez y Mercedes Henríquez. Sus congéneres literarios, no fueron otros que sus contemporáneos: José María Albir, Joaquín Soto, Rafael Heliodoro Valle y Julián R. Cáceres. Todos ellos conformaban para 1914, el grupo cultural llamado "La Juventud Hondureña, emulando quizás otro grupo similar que existió en el siglo XIX.
En la foto, Manuel Ramírez, está de saco blanco, sentado, en el extremo derecho. Se ve joven y aguerrido, como su seudónimo. Tenía apenas, 20 años.
Cuando tuvo la edad de la vida, se casó con la Profesora Leonarda García Carranza (1892-1980), con la cual procreó dos hijos: Dante Gabriel y Luz Argentina. Dante Gabriel Ramírez (1930-2009), se convirtió con el tiempo en un afamado economista y poeta.
Manuel Ramírez, murió el 4 de enero de 1939; apenas tenía 45 años y unas ganas termendas de vivir y escribir.



sábado, 27 de julio de 2013

LA LEY QUE FIRMO MOLINA, 1898





1898. Gobernaba el país Policarpo Bonilla. El Congreso emetía la Ley de Telégrafos y Teléfonos. La ley fue sancionada por el mismo Bonilla y por Juan Ramón Molina, que se desempeñaba, por ese entonces, como Ministro por Ley de la Secretaría de Fomento y Obras Públicas. El decreto-ley, fue sancionado el 22 de marzo de 1898.

viernes, 26 de julio de 2013

LA MADRE DE ARTURO MARTINEZ GALINDO



Gracias a esta vieja fotografía, podemos observar como era doña María Galindo de Martínez, quien fura la madre del malogrado escritor hondureño, Arturo Martínez Galindo. Doña María, cuarta de izquierda a derecha. Oriunda de Tegucigalpa,  Sus padres fueron Jacobo Galindo y María Expectación Cevallos. Tuvo varios hermanos, entre ellos: Jacobo, Héctor, José, Jesúa, Concepción, Rosa Amalia y Elisa. Se casó con el General Pilar M.  Martínez y enviudó al morir este en el campo de batalla de Namasigue, Choluteca, en eñ mes de marzo de 1907, cuando Arturo, su hijo, tenía apenas 4 años. En 1940, cuando su hijo fue asesinado cobardemente en Savá, Colón, ella acababa de visitarlo. Esta mujer valiente, hizo los trámites para que los restos de Martínez Galindo, fueran traídos a Tegucigalpa, donde descansan en el Cementerio General. Ella murió en Tegucigalpa, el 21 de noviembre de 1947. En su dolor, sobrevivió 7 años a su hijo.

El autor agradece la colaboración del escritor Glenn Lardizabal Navarro, a todas luces familiar de Arturo, para realizar este artículo.