El poeta hondureño don Froylán Turcios fallece en el hospital San
Juan de Dios de San José, Costa Rica, el día veintidós de noviembre de
1943. Una Comisión oficial encabezada por el ingeniero don Hernán López
Callejas fue la encargada de trasladar sus restos a la ciudad de Tegucigalpa
con el fin de darle cristiana sepultura en el Cementerio General.
Con el intento de honrar en parte su memoria y a su vez dar
a conocer algunos detalles personales de aquel gran panida nacional a las
generaciones de hoy; es que vamos a trasladar detalles que fueron
publicados en el Diario “La Época” con motivo del entierro, que dicen
literalmente así: “LOS FUNERALES DEL POETA FROYLÁN TURCIOS FUERON UNA
CONMOVEDORA DEMOSTRACION EN ESTA CAPITAL”.
Los círculos literarios y oficiales de Tegucigalpa, en fin, la sociedad
en general, rindieron el tributo de su admiración al excelso poeta
y escritor Froylán Turcios en los funerales de anteayer y ayer, verificados en
esta capital.
Desde la casa que ocupa la “Academia Moderna,” donde el cadáver fue
velado la noche del sábado , se le trasladó en hombros, a las diez de la mañana
de ayer domingo hacia la Catedral. Allí fue colocado su féretro frente al
altar mayor, donde por la orquesta “Palestrina”, que dirige el maestro de
capilla don Manuel E. Sosa, tomó parte en un solemne Te-Deum, en rogativa
al Gran Artífice del Universo, por el eterno descanso de quien en vida fuera un
apasionado enamorado de la belleza, brillante y romántico porta lira, hombre de
bien, servicial, novelista distinguido y hondureño que supo amar y honrar a la
patria. La ceremonia estuvo muy concurrida por elementos de las diversas
esferas sociales y literarias de esta capital, desarrollándose en un
ambiente de profundo recogimiento.
Concluido el Te-Deum, el cadáver de Froylán Turcios fue trasladado
inmediatamente a la planta baja del Instituto Normal Central de Varones , donde
permaneció en capilla ardiente.
A las once de la mañana se inició la procesión hacia el Cementerio
General. En el parque de La Merced y frente a la estatua del Padre José
Trinidad Reyes, a nombre de la Sociedad de Geografía e Historia de Honduras, el
licenciado don Ernesto Alvarado García, pronunció una sentida oración fúnebre,
exaltando los méritos y virtudes que siempre acompañaron en vida al gran
señor de las letras; su infatigable amor a la libertad, su constante
peregrinación en pos de la belleza y su acendrado romanticismo, al cual
permaneció unido hasta los últimos días de su agitada existencia.
Concluido este acto, se inició el desfile, con las notas fúnebres de la
Banda de las Supremos Poderes. La numerosísima concurrencia cruzó el puente
Mallol hasta llegar al Cementerio General, en cuya capilla se ofició un
responso.- Quince minutos después el cadáver fue conducido en hombros hacia el
lugar donde reposan para la eternidad.-En este sitio, el licenciado Céleo
Murillo Soto pronunció un expresivo y sentido discurso, en el cual, aunque en forma
sintética, hizo la apología del gran panida. A continuación pronunció otra
emocionada oración fúnebre, el profesor Armando Cerrato Valenzuela, en nombre
de La Época. Habló por último el profesor José Zerón h.
A primeras horas del recibimiento del cadáver del poeta Turcios, la
familia había dispuesto que su sepelio se verificara en la misma tarde. Esta
disposición fue cambiada a iniciativa de varios amigos del extinto poeta para
que se ordenaran mejores y mayores honores fúnebres a quien lo merecía. La
familia fue consecuente y hasta mandó a componer las tarjetas que habían hecho
circular.
Se nos olvidaba en esta crónica escribir que dos distinguidas señoras
hicieron uso de la palabra ante el cadáver del extinto porta lira, ponderando
en prosa y en verso las virtudes de aquel ilustre hondureño. Ellas hablaron de
mutuo y fueron la profesora señorita Visitación Padilla y la poetisa señorita
Ángela María Candía
En esta forma, sencilla pero espiritualmente grande, la sociedad, el
gobierno y los círculos literarios, de Tegucigalpa, rindieron su postrer
tributo de admiración a Froylán Turcios, orgulloso panida, brillante escritor,
inspirado novelista y hombre de múltiples actividades.- La obra del poeta
olanchano no puede ser enjuiciada todavía en su verdadero valor crítico, porque
Froylán Turcios, aprisionó en su espíritu infatigable e inquieto, las diversas
facetas de la literatura. Su figura ocupará uno de los puestos más encumbrados
de las letras patrias, cuando toda su obra sea comprendida en todo el amplio
sentido de la apreciación justa y serena.
Descanse en paz el gran amigo y brillante literato, a quien las
generaciones futuras colocarán en el sitial de los grandes señores de las
letras patrias, y Centro América, el Continente todo, lo reconocerán como uno
de los más finos y excelsos representativos literarios.
Con este texto periodístico se despedía al gran Froylán Turcios, y hemos
querido brindar al público lector esta remembranza de los momentos finales de
aquel gran hondureño, a quien le fueron dispensados múltiples atributos como
poseedor de una férrea personalidad e inclaudicable hombre de elevados
principios morales y cívicos puestos a prueba durante su trayectoria como
defensor de los intereses patrios cuando nuestro suelo patrio fuera hollado por
la bota extranjera en 1924; y es más, este hidalgo luchador de las causas
justas no dudó en levantar el estandarte nacional en defensa de la soberanía
centroamericana, trayectoria valiente que la historia patria recoge y lo
consagra entre sus mejores hijos.- Con todo no podemos dejar de subrayar
las dotes literarias que deja plasmadas en sus versos románticos y su
inolvidable prosa dedicada a la nación hondureña. Salud poeta admirado y
laureado!
Excelente crónica. Es dificil pensar en esos momentos trascedentales de la vida literaria del país, sin duda alguna, ha sido una de las despedidas mas sentidas para quienes estudiamos literatura.
ResponderEliminarEstimado Poeta José Gonzales, me encuentro en la búsqueda de información personal verás de la vida de don Froylan Turcios. Específicamente a sus relaciones personales, la relación con sus hijos, la educación de sus hijos y las hijas del poeta Juan Ramon Molina.
Un saludo y abrazo a la distancia.