domingo, 13 de mayo de 2012

PRESENCIA DE EMILIO MURILLO EN TELA (1924-1949)




Extinguidos ya los humos fratricidas de la Revolución intestina de 1924, arribó a  Tela, emporio bananero por entonces, un joven profesor de 22 años, llamado EMILIO MURILLO DE LEON, Bisoño, traía un manojo de  palabras atadas al corazón y una mirada de soñador calada en su espíritu.

El mar lo asombró; el blanco oleaje y el azul en lontananza. Venia de Yoro, tierra agreste y de leyenda que lo vio venir a mundo un 27 de mayo de 1902. Llegaba a Tela, a hacerse cargo de las propiedades, pastizales y ganado, de su tío abuelo, Don Juan Antonio Murillo, viejo hacendado, a quien la fortuna y el trabajo honrado, siempre acompañaron.
El profesor Murillo, a pesar de esa nueva responsabilidad, no abandonó el Magisterio, carrera que coronó en la Escuela Normal de Varones en 1920. El mismo año de su llegada a Tela, es nombrado Director de la Escuela de Varones de esa localidad, cargo que abandonaría mas tarde en 1935 para pasar a ocupar responsabilidades ejidales en favor de su ciudad adoptiva.
En 1932, tocado por el influjo del amor, contrae nupcias el 27 de mayo de ese año con la distinguida Señorita Aurelia Elvir Ramos con quienes procrearía 6 hijos a saber: Emilio, Aura Julia, Tulio Pompeyo, Sergio, Lourdes y Cristina todos hoy reconocidos profesionales. En 1936, don Emilio, pasaría a ocupar importantes y diversos cargos municipales desde donde actuaria  con solvencia y mérito en pro del desarrollo teleño.

Su nacimiento dentro de la intelectualidad hondureña, lo haría en el periodismo. En Tela, don Manuel Fúnez, había fundado una empresa grafica, misma que con el tiempo cobraría merecida fama: La imprenta
La Marina. De esos talleres saldría un semanario muy importante: El Crisol, del cual el profesor Murillo, seria Jefe de Redacción por más de 9 años. El Crisol seria un medio importante en la comunidad teleña.hasta su desaparecimiento en la década de los sesenta.


En 1939, el profesor Murillo, publicaría su primer obra literaria:
Isnaya, novelita de corte histórico nacional,  salida de la imprenta  La Marina y acogida favorablemente por el público. Un año después, 1940, publica su segunda obra: Alma Criolla, cuentos con sabor a terruño y malva, a sombreros agitados y sudor de los campos. También este libro fue impreso en la imprenta La Marina y recibido con bastante éxito.

Pero el profesor y literato, no solo descolló en esos campos. También con sobrado éxito, incursionó en los campos de la pintura y la música. En el primero, pintando obras que le valieron distinciones en las ferias nacionales de Comayagüela en 1928 y de San Pedro Sula en 1932.
En la música, don Emilio, fue un virtuoso del violín, instrumento este que ejecutaba desde sus tiempos de adolescentes.

Emilio Murillo, durante sus 25 años de vida en Tela, compartió sus aspiraciones y plenitudes con otros intelectuales, que también residieron en esa comunidad como el historiador Gustavo Castañeda Suazo y la delicada Poetisa, Mercedes Laínez de Blanco.

El artista y escritor, Emilio Murillo de León abandonó el cálido puerto de Tela en 1949, cuando pasó a la cercana ciudad de La Ceiba, a desempeñarse como receptor de Aduanas Nacionales. Dejaba tras de sí sin embargo, esa estela inmarcesible que dejan los hombres luminosos cuando pasan por la vida o por la historia.

Emilio Murillo, dejó de existir en Tegucigalpa, el 13 de enero de 1986, a la madura edad de 84 años.


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