miércoles, 26 de septiembre de 2012

MARIA CARLOTA CONTRERAS DE FALCK: ENTRE EL EXILIO Y LA PALABRA










Nació esta mujer, mas tarde poeta y periodista, en el entonces pueblito de Florida, municipio del departamento de Copán el 30 de abril de 1899. Fueron sus padres don Raymundo Contreras y doña Eustaquia Lendros Madrid. Muy pequeña fue traída a Santa Rosa de Copan para vivir allí y realizar sus primeros estudios. Posteriormente los continuaría en la hermana  república de El Salvador, donde alcanzaría el titulo de Maestra en 1916, además de aprender variados oficios, que en su madurez de mujer, le servirían para sortear la vida.
Al regresar al terruño natal, consiguió una plaza de Maestra en el municipio de Trinidad, siempre en el departamento de Copan.
En 1919 conoce allí a Bruno Falck, comerciante alemán que hacia sus recorridos  por esas zonas. Ese mismo año contraen matrimonio y se trasladan a Santa Rosa para fijar su hogar mismo que sería bendecido con la llegada de 10 hijos, Ana María, una mujer es la primera en llegar. Le seguirían Emil, Carlota, Eva, misma que con el tiempo emularía a su madre en eso de escribir, Elsa Marina, Irma, Nelly, Edith, Greta, Carlos y Werner.
Para 1928, vivían en San Pedro Sula y siempre don Bruno, dedicado a sus labores comerciales. Sin embargo el fallecimiento de Elsa Marina los obliga a volver a Santa Rosa, finalizando ya  1930. Con el tiempo los hijos mayores emigran a otros sitios del país  en busca de estudios y mejores oportunidades, quedando los menores en Santa Rosa. Un poema de doña Carlota fechado en la aldea de Los Planecitos en 1939, nos sirve para ubicar su tránsito por entonces.
En 1940 la tragedia irrumpe en el hogar de doña Carlota al fallecer en Alemania don Bruno quien había viajado a ese país en busca de salud. Viuda entonces tiene que valerse de aquellos oficios que la vida le enseñó  en sus tiempos de estudiante. En 1944 uno de sus hijos participa en una marcha anticariista celebrada en Tegucigalpa, circunstancia esta por la cual doña Carlota a pesar de su viudez  y del esfuerzo cotidiano para sostener a sus hijos, sufre asedios, lo que la obliga  en 1946 a salir del país hacia Guatemala al amparo por entonces  de la Revolución, liderada por Juan José Arévalo, donde encuentra la paz y la lucidez que le negara su tierra. Allí comparte y encuentra otros intelectuales, como  Medardo Mejía, Paca Navas de Miralda, Helenita Leiva de Holst,  Clementina Suárez, Marcelina Bonilla, Argentina Díaz Lozano y otros.
Una vez restablecidas las garantías en el país, doña Carlota  regresa al suelo patrio después de permanecer cerca de 7 años en Guatemala, país que la acogió como una hija más. Aprovechando su estadía en ese hermoso país, labora en el periódico” Diario de la Mañana”,  haciéndolo posteriormente en Honduras con "El Cronista" y ya en los últimos años de su vida, con el diario “Tiempo” de San Pedro Sula, donde su pluma trataba los más diversos temas. Como poeta, María Carlota Contreras de Falck, fue precoz. Ubaldina España de Ezeguerra en un sentido artículo publicado en la revista “Pan América” aparecido en julio de 1946, nos habla de ello:
Cuando conocí a MARIA CARLOTA CONTRERAS. era una muchachita de diez años. Yo contaba quince, edad de profunda emoción ante los azoros de la vida. Ella más que niña era un ruiseñor que sabia cantar para el alma; admirable por su penetración psicológica y fácil soltura intelectual. Sus pupilas siempre inquietas, llenas de asombro o de dulzura infinita eran las ventanas abiertas de su templo espiritual, su expresión musical sonora y tierna.
De modo que no extrañé cuando por primera vez leí de ella con deleite unos hermosos versos plenos de fogosa inspiración patriótica. Siempre que alguna producción literaria de CARLOTA se presenta a mis ojos nublados, aflojo las espinas que llevo penetradas en el alma y leo con devoto interés las bellísimas  páginas que no necesita escribir su mano, basta que su intención juegue sobre el papel para que la luz  de su pensamiento y la miel de su corazón, empapen sus ilustradas ideas, su refinado sentimentalismo práctico en la más pura y valerosa abnegación productos de su bien equilibrado intelecto cultural.”
María Carlota Contreras de Falck no publicó libro alguno de su vida. Su obra yace todavía dispersa en un sinnúmero de revistas y periódicos nacionales y extranjeros sobre todo en Guatemala donde vivió varios años. En 1984 en los salones del Instituto Hondureño de Cultura Interamericana, La Sociedad Literaria de Honduras, órgano a la cual en  vida perteneció, le realiza un sentido y merecido homenaje por su trayectoria como mujer y poeta, Sería el último homenaje tributado a su vida y a su obra, pues el 3 de marzo de 1992 entregaría su alma al creador universal y a la madre tierra que nunca cesó de esperarla en su seno.

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