Nació esta mujer, mas tarde poeta y periodista, en
el entonces pueblito de Florida, municipio del departamento de Copán el 30 de
abril de 1899. Fueron sus padres don Raymundo Contreras y doña Eustaquia
Lendros Madrid. Muy pequeña fue traída a Santa Rosa de Copan para vivir allí y
realizar sus primeros estudios. Posteriormente los continuaría en la
hermana república de El Salvador, donde
alcanzaría el titulo de Maestra en 1916, además de aprender variados oficios,
que en su madurez de mujer, le servirían para sortear la vida.
Al regresar al terruño natal, consiguió una plaza de
Maestra en el municipio de Trinidad, siempre en el departamento de Copan.
En 1919 conoce allí a Bruno Falck, comerciante
alemán que hacia sus recorridos por esas
zonas. Ese mismo año contraen matrimonio y se trasladan a Santa Rosa para fijar
su hogar mismo que sería bendecido con la llegada de 10 hijos, Ana María, una
mujer es la primera en llegar. Le seguirían Emil, Carlota, Eva, misma que con
el tiempo emularía a su madre en eso de escribir, Elsa Marina, Irma, Nelly,
Edith, Greta, Carlos y Werner.
Para 1928, vivían en San Pedro Sula y siempre don
Bruno, dedicado a sus labores comerciales. Sin embargo el fallecimiento de Elsa
Marina los obliga a volver a Santa Rosa, finalizando ya 1930. Con el tiempo los hijos mayores emigran
a otros sitios del país en busca de
estudios y mejores oportunidades, quedando los menores en Santa Rosa. Un poema
de doña Carlota fechado en la aldea de Los Planecitos en 1939, nos sirve para
ubicar su tránsito por entonces.
En 1940 la tragedia irrumpe en el hogar de doña Carlota
al fallecer en Alemania don Bruno quien había viajado a ese país en busca de
salud. Viuda entonces tiene que valerse de aquellos oficios que la vida le enseñó en sus tiempos de estudiante. En 1944 uno de
sus hijos participa en una marcha anticariista celebrada en Tegucigalpa, circunstancia
esta por la cual doña Carlota a pesar de su viudez y del esfuerzo cotidiano para sostener a sus
hijos, sufre asedios, lo que la obliga
en 1946 a salir del país hacia Guatemala al amparo por entonces de la Revolución, liderada por Juan José
Arévalo, donde encuentra la paz y la lucidez que le negara su tierra. Allí
comparte y encuentra otros intelectuales, como
Medardo Mejía, Paca Navas de Miralda, Helenita Leiva de Holst, Clementina Suárez, Marcelina Bonilla,
Argentina Díaz Lozano y otros.
Una vez restablecidas las garantías en el país, doña
Carlota regresa al suelo patrio después
de permanecer cerca de 7 años en Guatemala, país que la acogió como una hija más.
Aprovechando su estadía en ese hermoso país, labora en el periódico” Diario de
la Mañana”, haciéndolo posteriormente en
Honduras con "El Cronista" y ya en los últimos años de su vida, con el diario “Tiempo”
de San Pedro Sula, donde su pluma trataba los más diversos temas. Como poeta, María
Carlota Contreras de Falck, fue precoz. Ubaldina España de Ezeguerra en un
sentido artículo publicado en la revista “Pan América” aparecido en julio de
1946, nos habla de ello:
Cuando conocí a MARIA CARLOTA CONTRERAS. era una
muchachita de diez años. Yo contaba quince, edad de profunda emoción ante los
azoros de la vida. Ella más que niña era un ruiseñor que sabia cantar para el
alma; admirable por su penetración psicológica y fácil soltura intelectual.
Sus pupilas siempre inquietas, llenas de asombro o de dulzura infinita eran las
ventanas abiertas de su templo espiritual, su expresión musical sonora y
tierna.
De modo que no extrañé cuando por primera vez leí de
ella con deleite unos hermosos versos plenos de fogosa inspiración patriótica. Siempre
que alguna producción literaria de CARLOTA se presenta a mis ojos nublados,
aflojo las espinas que llevo penetradas en el alma y leo con devoto interés las
bellísimas páginas que no necesita
escribir su mano, basta que su intención juegue sobre el papel para que la
luz de su pensamiento y la miel de su
corazón, empapen sus ilustradas ideas, su refinado sentimentalismo práctico
en la más pura y valerosa abnegación productos de su bien equilibrado intelecto
cultural.”
María Carlota Contreras de Falck no publicó libro
alguno de su vida. Su obra yace todavía dispersa en un sinnúmero de revistas y
periódicos nacionales y extranjeros sobre todo en Guatemala donde vivió varios
años. En 1984 en los salones del Instituto Hondureño de Cultura Interamericana,
La Sociedad Literaria de Honduras, órgano a la cual en vida perteneció, le realiza un sentido y
merecido homenaje por su trayectoria como mujer y poeta, Sería el último
homenaje tributado a su vida y a su obra, pues el 3 de marzo de 1992 entregaría
su alma al creador universal y a la madre tierra que nunca cesó de esperarla en
su seno.
Interesante, gracias por la información.
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