En 1929, Ricardo Diego Alduvín, tomó bajo su cargo, la representación hondureña en México. Ese país no le era extraño, pues en 1911, obtuvo el título de Doctor en la Universidad Nacional Autónoma de México. Por sus aportes a la Revolución Mexicana, fue declarado veterano civil de la Revolución.
Moliniano de corazón, intuyó que la obra de Molina, debería darse a conocer fuera de los ámbitos patrios, sobre todo en México, que por ese entonces, tras una vigorosa revolución nacionalista, era la meca cultural por antonomasia en América. Por tal razón, tomó la desición de editar la obra moliniana en verso, en una edición de bolsillo, formato revolucionario en aquellos años. Así, la segunda edición de "Tierras, mares y cielos", en verso, vio la luz en la capital mexicana, en 1929. Hoy este libro, forma parte de las rarezas bibliográficas de nuestra literatura
No hay comentarios:
Publicar un comentario