lunes, 12 de diciembre de 2011

Jesús Castro Blanco

 
El poeta el día de su boda con Amanda Bendaña, San Pedro Sula, 1 de noviembre de 1934



JESÚS CASTRO BLANCO: ANTÓLOGO Y POETA



Jesús Castro Blanco, fue uno de los tantos hijos que procrearon en la antañona ciudad de Comayagua, don Santiago Castro y doña Dolores Blanco. Nació el 27 de diciembre de 1906, a escasos dos años del desaparecimiento físico del poeta Juan Ramón Molina, mismo al cual, 28 años después, Castro Blanco, ya formado intelectualmente, le dedicaría uno de los trabajos investigativos más complejos jamás realizados a la memoria del aeda: su “Apología de Juan Ramón Molina”, publicada en San Pedro Sula en 1936.

El viejo e imponente edificio del legendario colegio “León Alvarado”, fue testigo de su tesón y de su talento, al obtener el grado de Bachiller en su seno, en el año de 1924. San Salvador sería su próxima parada académica, allí en 1927 logró coronar la carrera de Odontología. Regresa al solar nativo y comienza a prestar sus servicios profesionales a la población comayagüense, a la vez que desarrolla una de las más fuertes pasiones: el periodismo. Primero funda y dirige el semanario “Comayagua”,  de declarada estirpe comercial, y más tarde, cuando la candidatura del Dr. José María Ochoa Velásquez cobra fuerza, Castro Blanco se une a ese movimiento y funda “El Eco Liberal”, semanario también,  de declarada tendencia partidista.

Para 1929, los dos periódicos ya han desaparecido. Gobierna el país el democrático presidente Vicente Mejía Colindres. Jesús Castro Blanco es recomendado para realizar funciones diplomáticas en el exterior. El primer destino en esa nueva etapa de su vida es México, donde iniciará labores como Secretario de la Legación Hondureña en ese país. Para mayo de 1929, Castro Blanco ya se encuentra desempeñando su cargo y comienza a hervir en él esa otra pasión escondida: la literatura. Se encuentra con diversos sectores de la intelectualidad mexicana y logra publicar su primer libro de versos, con un prólogo de Rafael Heliodoro Valle: “Mirra de primavera”.

Su estadía en la capital mexicana también resulta muy provechosa, ya que decide iniciar la carrera de Derecho y logra, con el concebido esfuerzo, cursar los tres primeros años de esa carrera. Por esas fechas, Castro Blanco inicia los sagrados oficios de antólogo, al publicar en tierra azteca el libro “El amor errante”, que recoge lo más granado y selecto producido por su coterráneo Ramón Ortega, ya sumido en el abismo de la locura y a punto de perecer en ese entonces (1931). Aprovechando también su estadía mexicana, Castro Blanco representa a Honduras en el Congreso Iberoamericano de Estudiantes, celebrado en la capital azteca en 1930.   

El regreso de Castro Blanco a la tierra natal fue pronto. Para 1932, había cesado en sus funciones en la Embajada y decidió recalar, entre literatura y trabajo, en Tegucigalpa y San Pedro Sula. En la primera trabajó como Regente e Interventor de la Imprenta Nacional y, posteriormente lo haría como Jefe del Protocolo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Por esos años el amor tocó a sus puertas y en 1933, unía su vida a Trinidad Alemán, oriunda del municipio de Cane- pueblito famoso pues allí moriría en 1900, y en forma imprevista Monseñor Francisco Vélez- perteneciente al departamento de La Paz. Esa unión sin embargo fue fugaz pues doña Trina moriría durante el parto, salvándose una pequeña niña, Elsy,  quien hace pocos años falleció en Tegucigalpa. Posteriormente, Castro Blanco contrajo matrimonio con la comayagüense Amanda Bendaña. De este matrimonio se engendrarían varios hijos, viviendo la mayoría de ellos fuera de Honduras.

Para 1936, y estando en San Pedro Sula, Castro editaba “Apología de Juan Ramón Molina”, uno de los trabajos investigativos más complejos sobre el trágico poeta. En febrero de 1939, Castro Blanco culmina en nuestra Universidad los estudios de Derecho que había comenzado en México durante su estadía en ese país. En ese año también edita “Antología de Poetas Hondureños de 1869 a 1910”, con la que cierra brillantemente su hoja de servicios como antólogo. Entre las décadas de 1940 y 1950, retorna a la diplomacia y ejerce funciones en el Perú- donde sustituye al poeta Oscar Acosta en el cargo de Secretario de Embajada en 1958-, Nicaragua, Venezuela y por último Buenos Aires, Argentina, país donde lo sorprendió la muerte a los 62 años de edad, el 1 de julio de 1968. En ese mismo año falleció también paradójicamente su hermano José Roy Castro, hecho acaecido en Colombia. 1968, un año trágico para dos voces y dos voluntades hermanadas en la sangre y en la palabra.

1 comentario:

  1. Mi padre el Dr. Jesús Castro Blanco nació el 27 de Septiembre de 1906, pienso que el error se debe a un error de tipeo. Saludos

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